En la provincia de Salta se puede encontrar una gran variedad de artesanías. Es decir, productos que fueron realizados a mano, siguiendo técnicas milenarias. En sus orígenes, las artesanías tenían que servir para algo. Eran los objetos de la vida cotidiana de los pueblos antiguos.
Tejedor salteño.
Varios siglos antes de la llegada de los españoles, los pueblos aborígenes producían tejidos de primera calidad, textiles de gran calidad y belleza. En el Noroeste, en la región de Cuyo y en todo el Sur, las señoras hilaban y tejían con sus rústicos telares de madera. Obtenían las tinturas de raíces, cortezas y frutos.
Poncho salteño.
La madera es una materia prima esencial para la fabricación de utensilios y adornos. La comunidad indígena Chané y los Wichí de Salta realizan valiosas tallas y tienen una larga tradición de tallistas. La madera de cactus es muy utilizada en adornos, muebles y en los techos de viviendas.
Sillón con madera de cardón.
Ya en el siglo XVIII, los ponchos indios, abrigadísimos e impermeables, eran muy apreciados por españoles y criollos. Se vendían muy caros en Buenos Aires. En el siglo XIX un poncho artesanal se cambiaba por quince o veinte yeguas.
En el Noroeste las técnicas y tejidos son de primera calidad, las artesanas todavía utilizan el antiguo método de las cinco agujas para tejer medias y pulóveres de lana de llama. Y las mujeres tobas del Chaco, Salta y Formosa siguen retorciendo sobre sus piernas las fibras del chaguar.
Prendas artesanales.
Ponchos artesanales.
En el Noroeste argentino se utiliza desde hace siglos la madera de cardón, también conocido como cactus, para fabricar cajas, bandejas y ceniceros. En las antiguas capillas de la Quebrada de Humahuaca y en cachi se pueden apreciar hasta muebles y cielorrasos de madera de cardón. Claro que los cardones que hay en esta zona son tan grandes como árboles.
En las selvas de Salta, la comunidad indígena Chané heredó de sus ancestros la habilidad para trabajar la madera del palo borracho. Y los Wichí de Salta, Formosa y El Chaco, realizan valiosas tallas con la perfumada madera del palo santo. La región pampeana tiene una larga tradición de tallistas: algarrobos, espinillos, talas, caldenes y molles, eran maderas bien aprovechadas por los indígenas desde el siglo XVII.
Utensilios de madera para la cocina, cacharros para servir los alimentos, ponchos para abrigarse, son los mas fabricados y utilizados por los artesanos.
Hoy en día, muchos de esos objetos fueron reemplazados por productos industrializados, fabricados en serie, por eso las artesanías cobraron un valor especial.
Su importancia se relaciona más con la estética, con la cultura y con el rescate de las tradiciones ancestrales.
Si recorres la provincia de Salta, vas a ver que cada región tiene sus propios productos artesanales que son parte de su identidad.
Interior de la iglesia de Cachi.
Los cardones en la recta del Tin Tin.
Artesano trabajando la madera.
El ganado vacuno y equino era tan abundante en el Río de la Plata del siglo XVI, que el trabajo del cuero se convirtió en una importante industria para las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Salta.
Asientos, catres, techos de carretas, vestimenta, lazos, riendas y rebenques, todo se hacía con cuero curtido o crudo y ablandado a mano.
Actualmente, los artesanos siguen trabajando el cuero de vaca, de potro y en el norte de yama, cabras y otros animales de la región. También realizan delicados trabajos con tiras de cueros trenzadas, llamadas tientos.
Gaucho salteño.